No Olvidemos Nuestros Sueños
Uno envejece en el momento en el que empieza a olvidarse de sí mismo, en el instante en que comienza a olvidar sus sueños, su fuerza, su infancia, la confianza en sí mismo y todo lo positivo que conlleva su pasado. Entonces se pierde el Norte porque no nos apetece abordar un futuro vacío de sueños. A nadie le gusta un pastel insípido ya que necesitamos saborear el Mundo para sentir que estamos vivos.
Adiós, tita Rocío.
Hace 13 años
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